lunes, 3 de diciembre de 2007

NIKE - OTRA VEZ EN LA ARENA

CRONICA DE LA ULTIMA ETAPA NIKE CONO SUR 2007

Henos aquí... 2 de diciembre de 2007, en el balneario Punta Norte de Villa Gesell a las 8 de la matina familiarizándonos con la arenita, que comienza a ganarse lugar en nuestras baqueteadas zapatillas desde los primeros metros caminados en el balneario, que está que arde de gente linda, casi todos deportistas y el resto somos gente con muchas ganas de serlo, o al menos, parecerlo.
Imposible que no esté nerviosa al recordar mis experiencias anteriores en arena, primero en Mar de las Pampas en el 2005 y al año siguiente en Miramar...
VER CRÓNICA DE UNA CARRERA.



Adrenalina, arena, viento, gente elongando...
Cola para ir al baño, mas arena, gente corriendo para cansarse antes de largar... (yo no entro en ese grupo)
Ruidito de mar, sol, y cuiqui... sí, yo digo cuiqui porque soy del 66 y me la banco!!!... Luli Fernández con un alguien mas, conduciendo el evento deportivo haciendo comentarios que nadie escucha pero si faltara todos preguntarían por ello. Los arcos del color de las remeras, las remeras con sus números, los números prendidos de sus ganchos y ni a gancho que llego a los 14K sin alguna desagradable descompensación, por eso el cuiqui, porque dos años atrás casi me hago encima... Creo que ahora comprenderán porque hablo de cuiqui y no de cagazo... Simplemente para no invocar al maldito!!! El escenario estaba completo.

Siendo de los primeros en la largada, y después de un emotivo minuto de silencio por Mariela Frydman, contamos a los gritos los últimos segundos de la cuenta regresiva para cargarnos de energía a la hora de largar. Yo, canchera y acostumbrada a las corridas del perro, le sigo los pasos a Christian hasta donde me dio el cuerpo... Eso fue durante los primeros 30 metros... Los siguientes 3K fueron para recuperar el ritmo cardíaco... Casi sin aire le grito, “Chau mi amoooooor” y lo dejé partir... (Muy romántico)

Afortunadamente, la noche anterior fuimos parte de la reunión informativa que organiza Nike y Club de corredores... Entre tantas cosas que se dijeron, como que en lugar de 13K serían 14K para las chicas, también se habló de la tremenda dificultad del terreno, de una interminable sucesión de médanos sin sombra, y se aconsejó participar del evento como un trekking de arena y no como una carrera, para poder regular la energía y llegar enteros a la meta.
Este maravilloso comentario me revindicó y logró que esta vez no me sienta tan patética cuando solo camino arrastrando las patas en lugar de trotar...
Para que la mente no me sabotee el cuerpo, tuve presente el consejo en cada momento, “Se camina en las subidas y uno se arroja en las bajadas”, cosa que ya venía haciendo los otros años de pura intuición.
VER CRÓNICA DE UNA CARRERA

“Se camina en las subidas y uno se arroja en las bajadas” Quiero aclara que esta frase es una adaptación personal de la original “Se camina en las subidas y se corre en las bajadas” porque sobre la arena y entre médanos aún no he logrado aprender a correr...

Intentando distraer mi mente de los pensamientos negativos, “Ya estoy cansada”, “no puedo mas”, “Faltan 12K”, etc... Busque a mi alrededor imágenes que me dieran ideas para este relato y observando y mirando y curioseando a los 16’ de haber largado encontré, entre la arena seca y caliente, un caracol que fue mi compañero en toda la travesía.

ESTAS ZAPATILLAS SI QUE TIENEN KILOMETROS!!!

A los 28’ de mi cronómetro yo me sentía bastante bien, pero creo que no lo manifestaba así mi cara, ya que una gentil señorita me ofreció una pastilla de glucosa mientras me alentaba a seguir adelante, era la señorita Nº 2048, con ella llegamos juntas a la meta y fue una gran compañía aunque en varios tramos me sacaba buena ventaja que me costaba acortar...

Tic, tac, tic, atc... A los pocos minutos, y mientras chupaba mi pastillita energética, me pasa una grupete de guapas corredoras y escucho un diálogo entre ellas: “Estas bien?, respiras muy mal” – “Que-date...ssssss... tran-quila.... ffff.... que.... de.... mi res-pira... ssss...ción... me... ocu-po yo...ffff”... En ese instante, y habiendo transcurrido los primeros 38’, me declaré oficialmente la última corredora.
En fin, “seré la última pero aún respiro como persona...”
Tic, tac, tic, tac... la pastilla me hace bien, hago mas largas mis zancadas y... la paso, la paso, la paseeeeeeeee... aunque pasar a alguien en ese estado no tenía mucho mérito; estaba sola, respiraba fatal, y su cara y su cuerpo pedían a gritos un helicóptero, después del diálogo que escuché, ni atiné a preguntarle si estaba bien. Con ese carácter no iba a morir ese día!


Es lamentable confesarlo, pero saberme que ya no era la última fue grandioso! Y la deje atrás, muy atrás, hasta dejar de verla en el horizonte... También pensé que si ella abandonaba volvería a ser la última... “Que no abandone , que no abandone”.

...Mis pies eran japoneses, la arena ganada en mis zapatillas me hacía sentir como si tuviese juanetes y dedos martillo. Entonces entretuve bastante mi cabeza mirando los círculos perfectos que los largos pastos dibujaban en la arena con el balanceo del viento, eran una suerte de compases, que diseñaban divertidos estampados pop que se repetían a los largo de todo el recorrido... Pero no pude mas, mis pies se hacían sentir y me atreví a sentarme y retirar la arena. Fue una afortunada decisión ya que advertí que mis dedos se estaban ampollando y de lastimarse hubiese sido imposible seguir en esto...

A los 80’ pasé por el primer puesto de hidratación. Fresquita y sin arena en mi calzado mi ánimo deportivo despabilaba, ahora la técnica “Se camina en las subidas y uno se arroja en las bajadas” se vio modificada en las bajadas. Sumé una estimulante acción... Gritar...
Eeeeeeeeeeeeeeeh.... con cada zancada se hundían mis talones en la arena seca y caliente y la “E” subía ligeramente de tono... esto era así: “EeeeeeEeeeEeeeEeeeeeEeeeh....”
Era un grito de samurai, ¿Samurai o sapukai? Sapukai.... Samurai...
Era un grito Cojonudo!!!
Suponíamos que el puesto de hidratación estaría a los 7K lo que me hizo pensar que me faltaban 80’ más para la meta. Un cálculo nada rápido (y mucho menos sencillo), reveló que llegaría a las 2 horas 40’, por lo que puse todo mi entusiasmo al asunto y entre comentarios insustanciales con mis compañeras de ruta y aplausos a los primeros corredores de los 21K que nos pasaban al trote, seguimos distrayendo nuestro cansancio de la realidad...
Si, sí... dije al trote, fresquitos, jóvenes, musculosos, sin panza, bronceados, ¡que mas? Ellos tendrían que habernos aplaudido a nosotras que estábamos hechas una piltrafas y aún así espoleábamos nuestro espíritu para no bajar los brazos...
Es inexplicable, pero para la hora y 30’ estaba mas entera que a los 38’, me sentía bien y se me veía bien, hasta ligue un comentario adulador de un corredor de elite... Ja!!! “Si no estaba tan cansado te llevaba conmigo” ... Mierda!!! “Y si yo no supiera que estoy enamorada de Chris, que tengo una pila de pirulos mas que vos, que soy un soquete como deportista, que cada tanto panico a la gente con mis ataques de pánico, .... etc, ... etc, Me dejaba llevar” Es claro que la alegría del muchacho por saberse cerca de la meta, lo hizo decir cualquier cosa... De todos modos, cualquier limosna venía bien.

VILLA GESELL - 5º ETAPA NIKE CONO SUR 2007

...”Vamos que falta poco” dijo un puestero que nos indicaba el rumbo.
...”Vamos que falta poco” dijo otro unos minutitos después.
...“Vamos que faltan 500 metros” dijo el último y a partir de ahí, el dolor de mis pies volvió a hacerse presente, los cuadriceps y gemelos se hacían sentir, la brisa refrescante dejó de soplar, el sol no dejó de abrazar y mi cuerpo todo pesó 100 kilos... Un leve giro a la derecha me dejó divisar los arcos de llegada y a los pocos minutos, y casi inconscientemente, LLEGUE!!!

FESTEJAMOS NUESTRO REENCUENTRO

Mi bello y recién estrenado relojito NIKE decía que había tardado 1hora 40’ y mi carita redondeta fue invadida por mi degolladora sonrisa. Estaba feliz!!! Evidentemente mis neuronas ya habían dejado de funcionar puesto que no era posible que mis primeros 7K los corriera en 80’ (una hora 20’) y el mismo trecho final, los corriera en tan solo en 20’... Pero quien me quita los breves minutos de felicidad mientras me lo creí... Eh? Quien?...
Al rato nos encontramos con Chris que hizo una maravillosa carrera de 21K llegando entre el primer cuarto del pelotón y muy sutilmente me hizo ver que este bello relojito se había parado a los 100 minutos de cronometrar... MAL NIKE!!!! MUY MAL!!!! Un reloj deportivo no puede tener solo hasta 100 minutos de cronómetrooooooo... MUY MAL!!!

Felizmente puedo decir que hacer 14K en arena y con terreno jodidísimo me llevó 2 horas 17’, menos del cálculo original...
Estoy conforme y contenta de tener otro bello recuerdo para compartir.
Otro momento para coleccionar.

Ah... No me descompencé!

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